...

DERMATITIS ATÓPICA

El Búho verde…

Tratamiento y remedios naturales para la dermatitis atópica o eccema

Cuando nuestra piel está sana es capaz de conservar la humedad natural y su superficie ofrece una protección extraordinaria frente a alérgenos y bacterias. No sucede así cuando aparece la dermatitis atópica; esta alteración cutánea compromete su capacidad para ejercer de mecanismo protector frente a agentes irritantes. Por este motivo, la piel de quienes padecen eccema se vuelve vulnerable a los factores ambientales.

En El Búho Verde, tu tienda online de confianza para productos naturales y ecológicos, somos muy conscientes del impacto que esta patología tiene en la calidad de vida de los pacientes. Por ello, en compromiso con tu salud y la salud de los más pequeños de la casa, hemos elaborado esta guía para la prevención y tratamiento de la dermatitis atópica en lactantes, niños y adultos, eligiendo cuidadosamente los mejores remedios naturales para aliviar, reparar y tratar la piel sensible con el máximo respeto y delicadeza.

 

¿Qué es la dermatitis atópica?

El eccema o dermatitis atópica se trata de una enfermedad inflamatoria de la piel que cursa con enrojecimiento, descamación y prurito. Si bien esta afección puede hacer su aparición a cualquier edad, tiene una especial incidencia en lactantes y niños.

 

Eccema o dermatitis atópica

 

Uno de los factores que más inquieta de esta patología es su capacidad para volverse persistente y manifestarse de manera más intensa con el paso del tiempo. Es cierto que, aunque hasta la fecha no se ha encontrado una cura para la dermatitis atópica, se ha comprobado la eficacia de los remedios naturales y las medidas de cuidado e higiene personal para prevenir y aliviar sus síntomas. En esta guía te contamos los tratamientos naturales para mantener  la dermatitis atópica a raya.

 

Origen y causas de la dermatitis atópica 

Sabemos que la dermatitis atópica, que siembra sospecha ante los primeros síntomas de descamación cutánea y prurito, suele aparecer en los primeros años de vida con riesgo de volverse crónica.

Si bien su origen es multifactorial, los investigadores han concluido que se presenta junto con otras afecciones, por lo que sería más apropiado hablar de comorbilidad. Las alergias alimentarias, el asma, la rinitis alérgica (fiebre del heno) o la urticaria, están en el punto de mira de los expertos, quienes apuntan a los trastornos hereditarios como un medidor fiable para evaluar los factores de riesgo.

 

Síntomas de la dermatitis atópica

La sequedad, los cambios de coloración, la sensibilidad, la inflamación, la descamación, el agrietamiento, la picazón y el enrojecimiento, son los principales efectos visibles en la piel de los pacientes con dermatitis atópica.

No obstante, el cuadro clínico de la enfermedad varía según la etapa de la vida en la que el eccema haga su aparición. Más de la mitad de los pacientes experimentan dermatitis atópica antes del primer año de vida, siendo las placas eritematosas en el rostro, cuello, manos y abdomen los síntomas más comunes en lactantes.

En más del 80% de los casos, la dermatitis atópica se hace evidente antes de los cinco años de vida y en los pacientes infantiles se observa un predominio del eccema seco o “piel de lija”, extendido ya, además de a las mencionadas, a nuevas zonas corporales como los antebrazos y la cara interna de las rodillas.

Cuando la enfermedad persiste en la adolescencia y en la edad adulta, estamos ante un caso crónico con presencia regular o intermitente de los brotes (que pueden llegar a desaparecer durante años). Teniendo en cuenta la intensidad del picor experimentado en las zonas afectadas, es común que los pacientes con dermatitis atópica crónica rasquen el eccema de forma inconsciente en busca de alivio, algo que con el paso del tiempo puede derivar en complicaciones: piel en carne viva, engrosada y atrofiada e, incluso, infectada, con presencia de protuberancias que pueden supurar líquido y dar lugar a la formación de costras.

La dermatitis atópica tiene un gran impacto en la calidad de vida de niños y adultos. Los mejores aliados son la detección temprana y los cuidados personales de aplicación diaria. Juntos consiguen que la enfermedad cuente con un pronóstico mucho más favorable.

 

¿Tiene cura? 

Esta es la duda más común entre las personas afectadas. La mala noticia es que la dermatitis atópica se trata de una patología crónica que no se cura de manera definitiva. La buena, que existen en la actualidad tratamientos naturales respetuosos con el organismo y de eficacia probada para mantener los brotes bajo control e inhibir con éxito la aparición de los episodios agudos.

 

¿Cómo tratar la dermatitis atópica de forma natural? 

Debemos partir de una premisa básica: es más sencillo controlar la aparición de nuevos brotes que tratar los que ya se han manifestado. Y es que conseguir que remita el eccema es un proceso que puede llevar tiempo. Sin embargo, con mucha paciencia, constancia y un conocimiento profundo de los remedios que tenemos a nuestro alcance ─¡y veremos que no son pocos!─ podemos conseguirlo.

 

Aloe Vera para la dermatitis atópica

 

Lo ideal para eliminarlo por completo sería descubrir qué está desencadenando el eccema (por ejemplo, una alergia alimentaria, en cuyo caso la dermatitis atópica desaparecería si frenamos la ingesta del alérgeno). No obstante, por el origen multifactorial del eccema esto no siempre es posible.

De manera preventiva, podemos tomar algunas precauciones para controlar la aparición de nuevos brotes (1):

  • A la hora de lavar la ropa, optar por un detergente sin conservantes ni alérgenos, que cuide nuestra piel y la de nuestro bebé.
  • Tomar baños de agua tibia que no superen los diez minutos (con lo que evitaremos la sequedad cutánea) y terminar la ducha con una loción hidratante especial para pieles sensibles, como la línea Malva Blanca de Weleda, de la que hablaremos con más detalle a continuación.
  • Evitar los agentes externos que puedan irritar nuestra piel: las fragancias con alcohol y las fibras textiles que causen escozor (como la lana). En su lugar, es recomendable elegir tejidos orgánicos y ropa suave, suelta y transpirable.
  • Darse una ducha inmediatamente después de realizar ejercicio: mantener el sudor en la piel demasiado tiempo puede generar irritación.

 

¿Y si el brote ya ha aparecido? Las soluciones son amplias y más eficaces si las empleamos de manera combinada. Veremos que el tratamiento dependerá, en gran parte, del área corporal en el que se haya manifestado la erupción.

 

Qué tomar para la dermatitis atópica

Durante un brote, la forma inmediata de calmar el picor es con la aplicación de compresas húmedas sobre la zona afectada. Podemos empaparlas en a) agua caliente mineral; o b) en una solución de una taza de agua tibia y una taza de vinagre de manzana; o c) en el agua resultante de hervir avena o salvado de avena, muy eficaz frente a la dermatitis atópica. Dejaremos actuar durante unos minutos y repetiremos cada día hasta que la erupción remita.

Además, debemos ser conscientes de que el cuidado de nuestro cuerpo durante un brote también pasa por lo que ingerimos,  y los siguientes productos naturales pueden ayudar:

 

Los probióticos

El consumo de algunas cepas de probióticos de Lactobacillus y Bifidobacterium parece tener efectos positivos para las personas que sufren de eccema, y puede ayudar en su prevención (2). Algunos investigadores sostienen que el eccema es en realidad una enfermedad que comienza en el aparato digestivo por un desequilibrio en el microbioma. Por eso, los probióticos pueden ser beneficiosos para los pacientes de eccema en cuanto a que favorecen la diversidad de la flora intestinal y regulan la respuesta inflamatoria del organismo. Aún así, se recomiendan más estudios, ya que los que hay hasta el momento ofrecen diferentes conclusiones.

A la hora de consumir probióticos, hay que recordar que suele más efectivo comprar un producto que incluya también prebióticos, que actúan como “alimento” de estas bacterias, ayudando a una mejor colonización.

 

Aceite de onagra

Los ácidos grasos Omega 6 presentes en el aceite de onagra son excelentes para el control a largo plazo de la dermatitis atópica, por su poder antiinflamatorio. El aceite de onagra, disponible en cómodas perlas para su consumo oral diario, ayuda a reparar la barrera cutánea dañada y a aumentar la resistencia de la piel a los alérgenos, microorganismos y agentes irritantes.

 

Levadura de cerveza

Ingerir levadura de cerveza es otro gran remedio natural para combatir la dermatitis atópica. Para que su principio activo surta efecto es necesario que el consumo sea diario. Su presentación comercial en polvo o comprimidos facilita la incorporación de la levadura de cerveza a cualquier bebida de consumo habitual.

 

Infusiones depurativas de raíz de bardana, cola de caballo y ortiga

Existen infusiones diuréticas que nos permiten liberar toxinas y que podemos tomar a diario, como la raíz de bardana, la ortiga o la cola de caballo, idóneas para depurar el organismo y prevenir y tratar la aparición del eccema (3)

 

Cremas y aceites naturales como el aloe vera, el aceite de coco y el aceite de jojoba

Las propiedades de los aceites naturales son ampliamente conocidas desde hace cientos de años. Pero si buscamos reparar la barrera natural de la piel dañada, en el caso de los pacientes con eccema es igualmente importante conocer cuáles son los aceites y cremas naturales respetuosos con nuestra epidermis como tener claros los componentes que debemos evitar:

  • Propylene Glycol, muy utilizado en productos de cosmética
  • Fragancias y/o perfumes
  • Conservantes como Formaldehído, Methylisothiazolinone y el ácido sórbico, entre otros.

 

Desde El Búho Verde te recomendamos las siguientes soluciones de cosmética natural segura para el tratamiento de la dermatitis atópica: 

 

Aceite de coco virgen

El aceite de coco, que gracias al ácido laúrico y la monolaurina, frena la acción de algunas bacterias como la Staphylococcus aureus. En comparación con el aceite mineral (la solución comercial más extendida para aplicar a la piel del bebé), el aceite de coco virgen tiene una capacidad muy superior para combatir el eccema.

 

Aceite de coco virgen dermatitis atópica

 

Malva blanca

La malva blanca que, como veremos, es una planta muy usada en productos de cosmética natural para la piel atópica, consigue mantener la humedad natural de la piel reconstruyendo la capa hidrolipídica. La leche corporal de malva blanca de Weleda nos encanta por su composición, a base de extracto pensamiento silvestre y extracto de malva, totalmente natural y libre de perfumes y agentes nocivos e irritantes.

 

Aceite de jojoba

Su alta concentración de ceramida consigue una profunda hidratación y una restauración del equilibrio graso de la piel seca.

 

Gel de aloe vera 100% puro

El aloe vera tiene un alto poder cicatrizante, antimicrobiano y antioxidante. A la hora de comprar un gel, hay que asegurarse de que éste es 100% puro, y se ha extraído de manera natural de la planta, sin pasteurizar.

 

Caléndula

Si hay una planta de referencia para el tratamiento de las pieles sensibles, esa es la caléndula, gracias a sus propiedades hidratantes, antisépticas, cicatrizantes y antiinflamatorias.

 

Baños de avena y agua de mar

De la misma manera que todos los aceites naturales no son beneficiosos para el tratamiento del eccema, tampoco todas las aguas lo son. Aquellas con alto contenido en calcio, magnesio, bromuro y cloruro pueden resultar irritantes.

 

agua de mar embotellada

 

Para mejorar la dermatitis atópica están ampliamente recomendados los baños con agua de mar (que podemos añadir cómodamente a nuestra bañera) y los baños de avena. El agua de mar es una fuente excepcional de nutrientes y oligoelementos, que contribuyen a la salud de la piel. Y para disfrutar de las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de la avena (4) frente a la dermatitis atópica (gracias a su contenido en avenantramidas y vitamina E), podemos sumergirnos directamente en el agua resultante de hervir avena o salvado de avena. Otra opción es la avena coloidal, excelente para recubrir nuestra piel de la capa protectora que elimina el eccema.

 

Fototerapia cuando el eccema se agrava

Aquellas personas que no experimentan mejoría con los tratamientos tópicos, tienen un gran aliado en la fototerapia: apta para tratar tanto el eccema generalizado como el localizado en pies y manos.

Esta terapia regula la exposición controlada del paciente a la luz solar natural. No obstante, como esta posibilidad no existe en todos los climas ni en todas las estaciones, la fototerapia también se vale de luz artificial, especialmente de la luz ultravioleta B de banda estrecha. Otra opción menos frecuente incluye la luz ultravioleta A (UVA).

La fototerapia con luz artificial se lleva a cabo en cabina y, por lo general, tras el primer mes de tratamiento el paciente ya puede comenzar a advertir los efectos. Teniendo en cuenta que la exposición excesiva a la luz solar puede causar el envejecimiento prematuro de la piel, sensibilidad, quemaduras y erupciones cutáneas, así como incrementar el riesgo de padecer cáncer de piel, la fototerapia es un tratamiento que se usa preferiblemente en adultos (5) y no suele estar recomendado para pacientes infantiles. No obstante, su empleo en pacientes adultos, guiado por un especialista, es una práctica segura.

 

Uso de humidificador

El eccema ocasiona habitualmente una gran descamación de la piel, por eso es fundamental mantenerla hidratada.

Además de elegir los componentes adecuados que hemos visto, es importante ser constantes: emplear la crema o ungüento dos veces al día (idealmente haremos una aplicación antes de dormir para permitir un mayor tiempo de acción del producto sobre nuestra piel).

La humedad también es cosa del ambiente, y para asegurar unos niveles adecuados, podemos recurrir a aparatos humidificadores que eviten la sequedad en las estancias.

 

Alimentación y estilo de vida

Nuestro estilo de vida tiene mucho que decir en lo que nuestro cuerpo manifiesta. Sabemos los peligros que entraña el estrés para nuestra salud: mantenerlo a raya es una gran manera de eliminar uno de los factores desencadenantes del eccema. ¿Y por qué no relajarnos con un maravilloso masaje? Hay muchos especialistas con experiencia en eccemas y afecciones cutáneas que pueden tratarte con lociones respetuosas para tu piel.

La alimentación es otro aspecto muy relevante que debemos revisar: los alimentos ricos en zinc y selenio, como los pescados, mariscos, arroz integral y nueces, deben ser un imprescindible en nuestra dieta. A su vez, los simbióticos (una combinación de probióticos y prebióticos) ayudan a los pacientes con eccema a regular la disbiosis (el desequilibrio en la composición bacteriana de la piel), aunque es recomendable tomarlos bajo supervisión médica para asegurar que no resultan contraproducentes.

Por último, preguntémonos si el clima en el que vivimos está afectando la salud de nuestra piel y, si la respuesta es afirmativa, ¿por qué no mudarnos a un nuevo clima que la favorezca? Está claro que es un cambio drástico pero, ¿acaso nuestra salud no lo vale?

 

Tratamiento de la dermatitis atópica

 

Tratamiento de eccema en adultos 

El eccema en adultos suele presentarse en forma de manchas, de color rojo a marrón grisáceo, localizadas, sobre todo, en la cara, las manos, los tobillos, los pies, las muñecas, el cuello, los párpados, la parte superior del pecho y en zonas con pliegues (como codos y rodillas). Además de las opciones de tratamiento que hemos visto, en adultos, los síntomas del eccema también se pueden aliviar con acupresión; similar a la acupuntura, pero prescindiendo del empleo de agujas, esta terapia consigue tratar, sin ningún tipo de efecto secundario, los puntos corporales claves según donde haya aparecido el brote.

Para el tratamiento tópico de la dermatitis en adultos, es ideal la Línea Derma de Weleda Malva blanca, una planta capaz de reconstituir el manto protector natural de la piel. Esta gama, pensada inicialmente para bebés, también ha probado su eficacia en adultos, por eso son productos para toda la familia. El efecto de la malva blanca es doble: por una parte, consigue volver a formar la capa hidrolipídica de la piel, salvaguardando su humedad natural e hidratándola. Y, por otra, ejerce como agente calmante ante el picor característico de la dermatitis atópica, por lo que su aplicación sobre la piel produce en el paciente un alivio inmediato de la sintomatología.

 

Tratamiento de la dermatitis atópica en bebés y niños

El eccema en la infancia presenta dos cuadros clínicos diferenciados: la dermatitis atópica del lactante (que suele empezar a los cinco meses de vida, con erupciones en las mejillas, en el cuero cabelludo, las orejas o el dorso de las manos) y la dermatitis atópica infantil (habitualmente entre los dos y los siete años, con erupciones en la cara interna de los codos y rodillas).

En el caso de los bebés, es fácil confundir la dermatitis atópica con otras afecciones cutáneas como la dermatitis seborreica (de hecho, algunos lactantes desarrollan inicialmente lesiones de eccema seborreico que de manera gradual evolucionan hacia dermatitis atópica), y la conocida dermatitis del pañal, una inflamación de color rojo intenso presente en las nalgas del bebé.

Existen remedios naturales para cuidar con la delicadeza que se merece la piel sensible de bebés y niños. Como hemos visto, la aplicación de compresas en las zonas afectadas ante la aparición de un brote grave y los baños de avena son excelentes para paliar los síntomas en los niños con eccema.

 

Dermatitis atópica en niños y bebés

 

Para el tratamiento tópico, la línea Derma de Malva Blanca de Weleda, como hemos visto también eficaz en adultos, está especialmente indicada para el cuidado de la delicada piel del bebé tanto ante la aparición de sequedad, grietas y erupciones rojas (fase de irritación) como cuando la piel se encuentra en su estado normal (fase de reposo), en este caso como tratamiento de mantenimiento y contención. La acción de la malva blanca consigue hidratar en profundidad, calmar, reducir el picor y aliviar la rojez característica de la piel atópica del bebé.

Además de poner el énfasis en la hidratación y la reconstrucción de la barrera natural de la piel con las cremas, debemos tener en cuenta que es fundamental no emplear ningún producto durante la higiene del bebé que contribuya a la erosión cutánea.

A su vez, el sol es un maravilloso agente de curación natural; una exposición controlada y con la adecuada protección se convierte también en una fuente de vitamina D, excelente frente a la dermatitis atópica. Cuando los menores residen en lugares con pocas horas de luz solar, el pediatra puede considerar la administración de un suplemento.

Por último, como hemos comentado, también podemos utilizar aparatos humidificadores para mantener las habitaciones en condiciones óptimas. 

 

Zonas comunes afectadas del eccema

Una de las características delatoras del eccema es que suele presentarse en las mismas áreas corporales, lo que ayuda a su identificación y diagnóstico.

En el caso de los bebés, la cara y el cuero cabelludo suelen ser las zonas más afectadas. Cuando el eccema se presenta en niños, se extiende a las extremidades y pliegues húmedos, como la cara interna de codos y rodillas. 

 

Dermatitis atópica en la cara 

La dermatitis atópica puede aparecer tanto en adultos como en niños, de hecho es muy común la que aparece en las mejillas del lactante, evitando las zonas alrededor de los ojos. En esta zona, la erupción se hace evidente en muchas ocasiones en forma de lesiones rojas que cursan con inflamación y picor.

 

Tratamiento de la piel atópica

Como hemos comentado más arriba, la malva blanca y la caléndula son dos plantas muy indicadas para tratar esta afección, tanto en adultos como en niños y bebés, y existen cremas específicas para la cara a base de estos componentes.

La crema facial de caléndula, tiene un efecto hidratante y calmante al mismo tiempo,  por lo que es muy recomendada para las pieles sensibles. Y para tu bebé, la crema facial malva blanca es perfecta para tratar el eccema en las mejillas del lactante.

Esta crema contiene, además de malva blanca, el pensamiento silvestre (para el alivio del picor y con propiedades antisépticas) y el aceite de coco (rico en ácido láurico, consigue mejorar la inmunidad cutánea) entre otros ingredientes naturales eficaces para combatir la piel atópica (3). 

 

Dermatitis atópica en el cuero cabelludo 

Cuando la lesión escamosa se presenta en el cuero cabelludo de los niños el tratamiento ideal es un champú especial para piel atópica. Es importante que elijamos uno con ingredientes de origen natural y que no contenga ningún irritante potencial para la delicada piel del bebé.  

 

Dermatitis atópica en brazos, manos y piernas 

En los niños a partir de dos años, es habitual observar una extensión de las lesiones a las extremidades y zonas con pliegues, generalmente en forma de eccema seco.

 

Dermatitis atópica en brazos

 

La piel de las áreas afectadas se ve extremadamente seca y puede llegar a generar fisuras que causan mucha incomodidad y dolor para los niños. Por eso, hidratar en profundidad y regenerar la piel dañada se hace fundamental en esta fase. Siempre que no exista una herida abierta, es ideal para tratar cualquier área corporal el gel Aloe Verum Topicum que combina el poder reparador del aloe vera con la acción regenerante de la rosa mosqueta.

 

Otras zonas afectadas por la dermatitis atópica

En otras zonas corporales, como el pecho, la dermatitis atópica también hace su aparición en forma de lesiones descamativas que causan prurito.

Suele preocupar especialmente a los padres la aparición del eccema en los genitales y las nalgas, si bien es necesario un diagnóstico adecuado para saber si estamos ante un caso de dermatitis atópica o de dermatitis del pañal. Esta última es una consecuencia, generalmente, de pañales húmedos que se cambian con poca frecuencia, pero no necesariamente son síntoma de una enfermedad inflamatoria de la piel, como hemos visto que es la dermatitis atópica.

 

Conclusión

Si bien la dermatitis atópica se trata de una enfermedad de carácter crónico con un origen multifactorial y sin una cura definitiva, se ha comprobado clínicamente la eficacia de los remedios y la cosmética natural para controlar la aparición de los brotes en bebés, niños y adultos.

Además de conocer en profundidad los tratamientos naturales disponibles para la dermatitis atópica, es de vital importancia para mantener a raya la aparición de las nuevas erupciones, poner en práctica medidas de cuidado y prevención diarias: 

  • Hemos visto que los simbióticos (probióticos+prebióticos) han demostrado ser eficaces en la mejoría de la dermatitis atópica.
  • Hemos hablado de la importancia de evitar ingredientes muy presentes en productos de cosmética, como los perfumes o determinados conservantes, y usar cremas o aceites específicos con ingredientes naturales cuya eficacia se ha demostrado en diversos estudios.
  • Cuando la afectación se agrava, conviene usar paños húmedos, tomar baños y controlar el ambiente en el que nos encontramos.
  • Por último, no olvides que el estilo de vida y la alimentación tienen una influencia directa.
0
    0
    Tu carrito
    Tu carrito esta vacío...Volver a la tienda

    ¡Te invito a una cita personal gratis!

    No tendrás compromiso de comprar nada, solo quiero demostrarte que puedo ayudarte. Puedes venir a tu cita en persona, tener una llamada o hablamos por WhatsApp.

    Abrir chat en whatsapp
    1
    Escanea el código
    Saray López - Chat
    💬 ¿Necesitas ayuda?
    Seraphinite AcceleratorOptimized by Seraphinite Accelerator
    Turns on site high speed to be attractive for people and search engines.