Llevo 21 días usando un rodillo de jade y tengo la piel mejor que nunca (y sin imperfecciones)

Que haya decidido escribir este artículo justo 21 días después de empezar a usar un rodillo de jade tiene dos motivos claros. Primero, porque parece que mi constancia ha tenido premio y, si atiendo a lo que dicen los psicólogos, ya he conseguido convertir en hábito lo de masajear mi rostro con un rodillo de jade (21 son los días que, según muchos expertos, se necesitan para cambiar un acto en hábito). Y segundo porque ha pasado el tiempo suficiente para empezar a notar los resultados de este gesto beauty. Porque los expertos lo tienen claro: para empezar a notar resultados hay que,  esperar entre 2 y 3 semanas.

Y es que, si hay algo que me ha llamado la atención durante estas 3 semanas, es que no he tenido ni un solo granito. No tengo una piel acneica, pero los excesos alimenticios y los cambios hormonales hacen que nunca haya transcurrido un mes entero en mi vida libre de algún granito puntual. Hasta ahora, porque desde que uso el rodillo de jade -el mío es de la marca Saray López– ni rastro de granitos. ¿Realidad o casualidad? Para responder a esta pregunta, hice memoria, invoqué a todas esas veces que me han hablado de las bondades de estos rodillos –ahora virales– y doy con la respuesta: el masaje facial tiene acción detox para eliminar toxinas. Pero por si la memoria me fallaba, pregunté a Carmen Navarro. “En el tema de los granitos por supuesto que ayuda. El jade aporta una energía que equilibra, tiene propiedades calmantes, estimula y, según aseguran desde la medicina oriental, llega a tener propiedades curativas. Su efecto detox ayuda a la liberación y eliminación de esos granos y a mejorar la textura de la piel. Por lo tanto, también ayuda a acabar con esas impurezas que tanto nos molestan. Pero no olvides que sus beneficios son múltiples: efecto detox, relajación muscular, activa la circulación sanguínea, recoloca, redefine, reduce y previene arrugas y marcas de expresión, drena y combate bolsas y ojeras…”.

Eso sí, la experta insiste en que este tipo de rodillos –al igual que otras tantas cosas en materia beauty– solo funciona “si somos constantes y lo incorporamos a nuestra rutina de belleza. Los aparatos, manuales o mecánicos, solo son efectivos si lo trabajamos de manera continuada”.

También reduce bolsas y ojeras

Pero los beneficios de este rodillo al que han jurado amor eterno unas cuantas celebrities (Victoria Beckham incluida) van más allá de mantener la piel libre de granitos e imperfecciones. Porque también tiene bondades con otro gran caballo de batalla: las bolsas y ojeras. Primero, porque el jade es una piedra, está fría y eso ayuda a drenar líquidos y toda esa zona. Para trabajar en el contorno de ojos Carmen Navarro me aconseja en este caso usarlo con la piel limpia y preparada. “Lo pasas por encima de la bolsa, siempre haciendo movimientos de drenaje, empezando en la punta interna de la ceja, bajamos bordeando el ojo hasta llegar al lagrimal y conseguir drenar”, explica la experta.

Cómo usarlo para trabajar la flacidez de la piel

Y otra cosa más, porque Carmen también afirma que puede ayudar en casos de flacidez y marcas de expresión pronunciadas. Para ello, la clave es usarlo siempre mejor por la noche -tendremos menos prisa y prestaremos la atención necesaria- y siempre siguiendo las líneas de la musculatura facial, con movimientos ascendentes. “Nos ayudará a recolocar y a mejorar el estado de nuestra piel”. Si a eso sumamos que masajear el rostro es el truco por excelencia de todos los maquilladores en el backstage antes de maquillar a las modelos –Tom Pecheux dixit– y que ayuda a liberar estrés (uno de los principales causantes del envejecimiento), parece que tenemos nueva obsesión beauty.

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